Había mucho miedo, temor a dejara salir a los hijos a la calle. Había nubarrones negros, que se paseaban por los ánimos con temor a encontrarse de frente con la muerte. Ésta se pasea en autos de lujo… blindados, para que nadie la toque… ya se ha modernizado, quizá ya no usa guadaña ni ropa oscura, prefiere cuernos de chivo y armas del momento. Se ríe a su paso, mira con desden a cuanto puede, no respeta jóvenes, niños, mujeres y mucho menos viejos. Se encuentra enseñoreada en estas tierras fronterizas. Viste de ropas llamativas y botas de piel de colores, quizás de cocodrilo o de serpiente, tal ves de armadillo, que se yo. Ya no camina por los caminos ni usa cabalgadura. Usa el viento en naves estrambóticas y si se puede ultrasónica.
Cuando ella llegó para asistir a una fiesta familiar, no se imaginaba nada, no había escuchado las noticias, no se había ufanado en saber que ocurría por allá, solo sabia que tenia familia que festejaría algo importante para una florecita, que arribaba a la edad de la ilusión, y quería sentir esa familia, que casi no disfrutaba por su lejanía. Llegó, tomo un taxi desde el aeropuerto, marco en su celular el número de su prima y le paso el TEL. al chofer para que le dieran las indicaciones de cómo llegar. Quedaba sumamente lejos del aeropuerto y se la había jugado, pensando, que ahí los taxistas no son como en la Capital donde suceden secuestro Express. Confiando en su buena suerte, llegó y abrazó a todos. Había algarabía y flores que se colocaban en fuentes de floreros para adornar las mesas del convivió que se avecinaba, así, que se sumo a los menesteres de colocar lindas flores y hacer que lucieran muy bellas. Dialogó largo rato con su familia y luego le indicaron donde dormir. A otro día era la fiesta, la familia tenía barios menesteres que realizar para al final de la jornada reunirse todos a disfrutar esos hermosos quince años.
En los momentos de reposo le sucedió algo extraño, era como si el lugar lo rondará el peligro muy de cerca, aun sin saber que pasaba en esos lugares… sentía como si algo flotara en el exterior, pensó que era su imaginación, no apago la luz y se recostó. En el transcurso en que pasaban las horas, sintió como si de pronto una nave espía, con mucho poder, se acercara a esos lugares. Era como si al abrir un documento de Internet, este estuviera monitoreado por inteligencias muy poderosas y que atraía como imán a ciertos personajes misteriosamente peligrosos a ver quienes eran los osados que se atrevían a meterse a sus archivos. En el techo existía un tragaluz grande de cristal, por donde se veía la nave casi aterrizando sobre el techo. En una habitación al fondo del corredor se tenía una computadora con un archivo abierto que parecía peligroso, se había abierto en forma ingenua, sin siquiera saber de que se trataba. De hecho no se entendía realmente que había ahí, se veía ingenuo, pero en el fondo existían ciertas claves de cuidado, que ponía en riesgo la vida de quien osara abrirlos. La intuición decía, que por el bien de todos, se cerrara ese archivo, antes que detectaran que ahí estaba el intruso de tan peligroso documento. Ella se deslizo suavemente y les dijo: -cierren ese archivo cuanto antes y pongan uno cualquiera- se acerco rápido y los alejo del monitor, cerró todos los archivos y abrió uno de poesía y cuento que ella tenía, para tratar de camuflar las señales que les habían llegado a los extraños personajes que se acercaban. Todo se torno peligroso, trataron de esconder a las personas, que ahí habitaban entre ciertos matorrales cercanos a la finca donde vivían. Pero al parecer traían detectores de movimiento y era difícil esquivarlos, hasta algunos canes traían. La mejor opción era hacerse los ingenuos y pareciera, que solo por casualidad habían salido a sentir los rumores de la vida nocturna y el canto de los grillos, aunque siempre tratando de no ser percibidos fácilmente. No se sabía si eran del gobierno o eran otra organización que se enfrentaba a los elementos de éste.
Percibía que un peligros eminentes estaban ahí presentes y no se sabia como salir de ello, quizá bastaría poner cara de tontos y preguntar que se les ofrecía y hacerse que no entendían nada, aunque en realidad eso era cierto. Pues lo único que se entendía, era que se estaba corriendo un gran riesgo sin saber exactamente porque. Se oculto a la mayoría de los habitantes de la finca y solo se quedo ella frente al monitor haciéndose la tonta para salvar a los demás de cualquier cosa que estuviera pasando. De pronto ella se dio cuenta que todo el panorama se enredaba, pero afortunadamente abrió los ojos, y se dio cuenta, que solamente estaba presintiendo algo, que podía convertirse en realidad, aunque por el momento solo había sido una especie de sopor, que asemejaba mucho a un sueño. Cerraba los ojos y sentía esa energía muy de cerca, aun sin estar dormida plenamente. Pensó, que era un simple sueño largo que no tenía nada que ver con la realidad, aunque percibía angustia y miedo a algo, aunque no sabía quien lo emitía, percibía agresión despiadada sin saber a ciencia cierta de donde procedía. Se dijo así misma –estoy en otro espacio cuyos muros tienen la vibración de sus habitantes y quizá ellos han percibido estas emociones e impregnado sus muros, así que dormiré-
Se quedo dormida y sin embargo esa sensación no ceso, al contrario se incremento.
Al otro día, mientras se ejecutaba el vals de la chica, y el brindis por su arribo a una nueva etapa de la vida y de los pasos de baile, así como de ver las cinturas entrelazadas de las parejas que aprovechaban cualquier resquicio para sentir el calor y la piel del otro. Y miradas que se cruzaban. Así el amor impreso en el aire de tal forma se sentía, que daba envidia. También se sentía una pesadez en el aire, Había niebla que presagiaba algo, no se entendía que.
Se despidieron y se retiraron ya de madrugada. Al dormirse esa sensación de sueño o sopor volvió durante las horas de sueño.
Al levantarse, se dio cuenta, que en ese fin de semana había pasado precisamente la muerte montada en autos blindados cegando la vida de más de 40 personas. Ya no usa guadaña, ya no se mancha las manos huesudas de sangre, hoy por hoy tiene empleados, empleados, que no le cobran por sus servicios, al contrario se los ofrecen gratis y a manos llenas. Esos empleados son los esbirros de la mafia de la droga, que ya ni el ejército puede controlar. La muerte se sube a sus autos o a sus naves para tener un mejor panorama de lo que le ofrecen sus empleados, aunque a veces se iré de ellos llevándoselos precisamente a ellos. A la muerte no le importa que le hagan favores, le encanta llevarse incluso a quienes servilmente le rinden culto al llevarle tantas almas cuyas vidas cegaron en un momento de hartazgo de ver sufrir y entonces la muerte suelta la carcajada y los enfrenta con el ejercito para hacerles una mala jugada.
El miedo enerva la sangre y hace palpitar el corazón a grandes velocidades o bien tiende a aquietarlo de tal forma que parece no moverse en absoluto, quizá se pare tan solo por percibir el viento gélido del personaje que pasa cerca.
Querido lector, ¿que pasara cuando a l la parca ya no le importe a quien se lleva y tome todo lo que le ofrezcan?.
¿Tendremos que aprender a no ofrecerle las vidas de nadie?
¿Usted que cree? Celia RiveraGutierrez
Cd. PObregón Sonora, México
Diciembre 02 del 2008