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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

martes, 30 de junio de 2009

CHARLA DE DOS AMIGOS

Un día nació una milpa y se puso a charlar con el fríjol, que se había sembrado junto a él por el labriego sembrador. Le preguntó que hacia para merecer tal honor de estar junto a él, pues tenia que ser por algo, que se le sembrara juntos a los dos.

Yo por ejemplo -dijo el maíz- doy sustento al labriego, sustento a su familia, y también a su ganado. Pues mi grano es para el y los suyos y el rastrojo para el ganado. Me siembran con amor, y les doy para todo el año-

Contesto el fríjol –Eso te quería preguntar a ti ya que soy muy importante, no vivirían sin mí, que les doy sabor en su alimento, creo que ya se por que estas junto a mí, es porque el americano nos necesita a los dos, tú sin mi no serías apreciado, yo sin tí, quizá me harían a un lado. Juntos les damos alimento para que tengan el sustento y la proteína necesaria para cubrir sus huesos-

Se dieron un abrazo como símbolo de unidad sabiendo que ambos son necesarios en la vida cotidiana del campesino labrador.

Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora México
Junio 26 del 2009

viernes, 26 de junio de 2009

EL BURLADOR BURLADO

Carolina era una mujer un tanto madura, había contraído nupcias hacías varios años, tenía un hijo aun en casa y una hija. Su esposo comenzó a ser sumamente descarado con respecto a sus relaciones extramatrimoniales. Decía en forma de mofa y jocosamente con la seguridad de que en su hogar el hacia lo que le dieran en gana y su mujer tendría que bajar la cabeza ante cualquier situación sin que él perdiera para nada el privilegio de ser el Hombre de la casa y respetado y acatado, que su mujer sería una pantalla social sin importar lo que él hiciera.

Ambos serían una pareja aunque en las reuniones o fiestas estuviera alguna de sus amantes que le festejaban sus amigos por tal osadía. Carolina siempre erguía su cabeza y se hacia la que ignoraba lo sucedido y se portaba amablemente con su esposo. Sin embargo le dijo muy claramente cuando supo de sus correrías y que no pensaba cambiar esperando que ella aceptara esa situación. Que en cuanto el último de sus hijos saliera en matrimonio o a hacer pareja, a ella no la volvería a ver.

Arturo se rió socarronamente y pensó que eso solamente era una amenaza que no se llevaría a cavo, y confirmaba su pensamiento el hecho de que Carolina jamás lo volvió a mencionas. Así… que les decía a sus cuates que a la mujer había que domarla y tenia que aguantarse. Que la prueba era su mujer, solicita y atenta como si no sucediera nada. Empezó a ser muy admirado por los demás machos amigos suyos y cuando la veían a ella con su rostro en alto, mirando de frente y con mucha dignidad, se decían que Arturo tenía razón. A la mujer se le tiene que domar y esta aceptaría todo como si nada.

Un día sucedió… que se caso el hijo se hizo una gran fiesta y todos contentos, hasta la amante se dio el lujo de estar en la fiesta en forma un tanto discreta (al parecer). Paso otro par de años y se caso la última hija del matrimonio. Carolina vistió muy bella y con su cuerpo majestoso y atento así como con la afabilidad que le caracterizaba atendió a todo mundo como lo que era... ¡una gran dama!...

Al término de la fiesta se despidieron todos con alegría y se fue cada quien a lo que le correspondía, los novios a su viaje de bodas, los amigos a descansar y los padres a su casa.

Cuando llegaron Carolina y Arturo a su casa, ella saco del armario su equipaje que ya tenia hecho desde antes de la boda. Arturo le preguntó, ¿Qué es eso? Carolina contesto –me voy… ya te había dicho hace años que al casar al último de mis hijos me iría-
-estas loca- contesto Arturo, -¿Qué crees que estas haciendo?, ¿crees que te dejaré ir?-
- no me importa lo que hagas, me iré- dijo Carolina.
- Pues si te vas no te daré nada (la clásica ameniza del poder económico en manos del hombre de la casa), ¿escuchaste? nada… ¿con que vas a vivir?.
- no te estoy pidiendo nada- dijo ella -solamente me voy.
Él hizo un berrinche, amenazo, lloro, pataleo. Y ella simplemente pidió un taxi y se fue.
Jamás se volvió a saber de ella. Al parecer desde que había tomado esa decisión ella comenzó a ahorrar para cuando llegará el momento de su ida.

Arturo se quedo ahí, dándose cuenta que sus baladronadas no tenían fundamento, que en realidad no quería perderla, pero él no había hecho nada para que ella valorara el estar con él. ¿Sus amigos?……. Ya no le alaban sus hazañas, al contrario lo compadecen.
¿La amante? dejo de ser importante para él y se quedo más solo que un perro callejero.

¿Ella?... Espero que sea feliz sin la sombra de su ……

Querido lector te dejo con esta anécdota que fue real.
¿Los nombres? Cualquier parecido con los reales es mera coincidencia.


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora México
Junio 26 del 2009

jueves, 18 de junio de 2009

EL PODER DE CABECITA RUBIO ROJIZO

Recordando a la cabecita de cabellos rubio rojizo y su manía por salvar de las garras de la parca a cuanto puede quitarle, y leyendo el mail que me mando Roberto Psicomago con una anécdota les contare lo que sucedió hace muchos años (bueno no tantos)

¿Existen límites en la capacidad de hacer o actuar?
(les contaré lo siguiente a ver que piensas).

El mail de Roberto decía, que un niño cayo en una grita de un lago congelado y su amigo lo salvo rompiendo el hielo con su patín para poder salvarlo y que los rescatistas se preguntaban como lo había logrado siendo tan pequeño y con tan pocas fuerza. Y la Lógica de Einsteín fue; que nadie estaba para decirle que no podía hacerlo.

Volviendo a la cabecita roja y su poder de acción. Ya que era la niña clásica rebelde que no se sujetaba fácilmente a las reglas y se colaba en los paseos de otros chicos o grupos escolares.

Un día se coló con el grupo de una maestra de primaría a un balneario llamado Los Chorritos. La maestra se hizo acompañar de un hermano varón para que le ayudara a evitar accidentes entre su alumnado.

Sucedió que estando todos en algarabía y divirtiéndose… de pronto apareció una señora extraña con ropajes que parecían del siglo pasado, su cabeza un tanto embozada con un manto y parecía observar muy de cerca de los chicos. Fijó su mirada en una niña y pareció sonreír se mezcló entre todos los presentes que parecía no la podían ver. Con un ademán que provocó un gélido viento hizo trastabillar a la niña que se precipito por un pequeño rápido que unía una alberca con otra y que lo hacia bañando una rocas que separaban a una de la otra en un desnivel bastante pronunciado.

La pequeña perdió el conocimiento con la caída y quedo ahí en el fondo del agua donde esta se complacía en levantar su ropa como banderín al ondearla inflándola en un impulso hacia arriba. Cabecita rubio rojizo se percato de las intenciones de la señora extraña y fijó su vista donde la mujer misteriosa veía… se dio cuenta de lo que sucedía y sin pensarlo dos veces se lanzo y la tomo de los cabellos arrastrándola a la superficie. La profesora y su hermano procedieron a tratar de sacarle el agua del cuerpo.

Mientras tanto alguien con alas de ángel guardián y no se sabe exactamente cual ángel soplo al oído de la madre de la niña lo acontecido a esta… de tal suerte que apenas la hacían respirar y la madre ya estaba ahí preguntando por su pequeña.

¿Qué misterios une a los niños y los hace capaces de responder acertadamente y con valentía en casos como este en que se le arrebata un alma a la parca que desde ese momento nunca olvido a cabecita roja, y le molesta encontrarla en su camino?

¿Qué misterio existe entre la madre que es responsable de sus hijos y estos… que se enteran antes que nadie de los hechos?

Quizá la lógica del señor Einstein nos lo pudiera decir.

En lo que a mi compete y he podido observar es que no existen límites mientras tomas responsabilidades con respecto a la vida. Es como si la vida te dotara de todo el poder que requieres para actuar y que solamente estas vencido cuando crees que no puedes.
Parece ser que entra un chorro de adrenalina que es mucho más que una fuerza nuclear para lograr lo que tienes que hacer.

Bien los dejo con otro hecho de cabecita roja, quizá de los primeros en su vida (no me atrevo a aseverarlo).
Hasta la próxima


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
18 de junio del 2009

viernes, 12 de junio de 2009

LA PARCA Y LA CABECITA RUBIA


La parca ya temía llegar cuando tenía que sopesar una situación que ameritara llevarse un cliente. Ella merodeaba por los lugres más insólitos y frecuentados por la señora imprudencia donde casi siempre se suscitaba un accidente que la requería.

En más de alguna ocasión ella llegaba observaba y esperaba, de pronto la imprudencia hacia su aparición y ¡zaz! Alguien tenía que retirarse de la vida. porque su cuerpo ya no le serviría. Otras ocasiones era la señora abulia ya que los padres nunca se daban por enterados de donde y que hacían sus hijos.

Cuando la parca se aparecía y se hacia la tonta entre las personas pasando a ser una persona más entre ellas en espera de ver cuando tendría que llevarse a alguien. De pronto aparecían unos rizos dorados tirando a rojo y un rostro pecoso que estaba también disfrutando del entorno, pero con los ojos atentos a lo que sucedía. Y esa cabecita inocente y terca en más de alguna ocasión le había arrebatado de entre sus manos a su presa.



En una ocasión en que la señora ira hizo que alguien sacara la pistola y llenara de plomo a otra persona, la muerte estaba presta para llevárselo, vio a su alrededor y se alegro, esa cabeza rubia rojiza no se vea por ningún lado. Algunas personas llevaron al que la parca creía se llevaría con ella, a un hospital, la parca se alegro al ver que no había nadie en la recepción y el medico de guardia brillaba por su ausencia. Se dijo –ya la hice preparare mi cabalgadura para llevármelo- salio por su carruaje.

La cabecita rojiza estaba visitando a un familiar enfermo, y al ver a la persona sangrando y a punto de caer (ya que entro por su pie) rápidamente lo metió a quirófano, le llamo al medico que ella sabia realizaba cirugías en ese hospital, el cual le indico que llamará a su equipo de cirugía (anestesiólogo y demás) ella lo hizo rápidamente y procedió a limpiar el área lesionada y a prepararlo para la cirugía, en cuanto termino de hacerlo entro el equipo de operaciones y en menos de 10 minutos ya estaba siendo operado.

Cuando la parca llego con su cabalgadura tirando su carruaje dispuesto a llevárselo ya estaba fuera de su alcance. Y vio esa cabecita molesta que siempre se aparecía donde menos la esperaba.

Días después ella volvió a visitar a su familiar y el médico le pidió le acompañara a la visita de su paciente. Cuando llego se la presento y le dijo -esta señora le salvo la vida y ni siquiera trabaja aquí-

Si que esa cabeza rubia rojiza la sabe hacer.


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
12 de junio del 2009

lunes, 8 de junio de 2009

HEROES ANONIMOS


En una población de los altos de Jalisco, existe un balneario natural titulado “Tarethán”. Cuyo nombre se le debe a una vieja anécdota de los pobladores prehispánicos. Ya que se dice que en 1528 un monarca purépecha Tzintzincha Caltzonzin cumplió una promesa que le había hecho a su Dios, ya que su hija había estado gravemente enferma y el curandero y sacerdote del reino le indico al monarca, que su hija sanaría si se bañaba en un manantial de agua caliente.
El monarca prometió que fundaría una población en el lugar que sanara su hija y se dio a la tarea de encontrar dicho lugar.
Cuando encontró el lugar fundo la población de Atotonilco que quiere decir “lugar de agua caliente” y precisamente en “Tarethán existe un venero de agua pura que permite dar el agua a toda la población.

Ese venero se encuentra enclavado en la falda de la montaña y los lugareños suelen ir disfrutar de esa agua y bañarse ahí. De tal forma se ha arraigado esa costumbre, que un día, a ciertos políticos que entraron al poder del lugar pretendían convertido en un lugar de recreo donde se cobrara por su entrada. El dueño del terreno les dijo que no lo permitiría… que él poseía los documentos de propiedad y mientras él viviera ese lugar sería gratuito como siempre lo había sido.

Después entraron otras autoridades e hicieron arreglos muy buenos para que las familias puedan seguir disfrutando del lugar, y respetando el deseo del dueño del terreno, es probable que lo haya donado para la población bajo esa condición de que aunque se arreglara siempre sería gratuito.

Es un lugar muy hermoso y miles de familias van a disfrutar del lugar. Lo único no tan bueno es que los padres de familia llegan se instalan y dejan a sus hijos hacer lo que deseen, se enfundan sus trajes de baño y los meten a bañarse y a jugar y se olvidan que tienen que cuidar de ellos.

En una de esas ocasiones en que estaba lleno de gente y como 30 niños o más en el caudal del agua que fluía, llegó una familia donde iban varios hermanos y sus hijos a disfrutar del lugar. Amenazaba lluvia, y al parecer, por allá a lo lejos sobre las montañas y más allá de ellas llovía a cantaros. Uno de las personas que había realizado algunos trabajos en el lugar les dijo al verlos. “Tengan cuidado con la creciente” debe estar lloviendo en las montañas.

Así que les dijeron a sus hijos que por favor no entraran al agua, por que podía haber peligro. En eso se vino una lluvia que no duro mucho y los chicos le preguntan a su madre, ¿ya podemos meternos al agua? Ella les dice –si- pero luego titubea recordando lo que les dijeron al llegar y corrige. No, no pueden entrar.

Ella no se alcanza a dar cuenta hacia donde caminaron sus dos hijas cuando escucha a su hermana diciendo ¡Miren La creciente!. En ese momento, una avalancha de agua se viene arrasando todo, se ve como poco a poco se posesiona de los lugares, ella trata de correr hacia donde se están bañando muchos niños tratando de ver si están los suyos, su hermano reacciona igual al mismo tiempo y ambos chocan en la puerta del templete donde estaban comiendo. Él queda noqueado ahí en el piso por el encontronazo y ella olvidándose de cualquier dolor ve si están los miembros de su familia ahí. Al no verlos piensa regresarse, y reacciona al ver que existe un numero de mas de 30 chicos batanándose y sus padre ni se dan por enterados de lo que esta sucediendo. Entonces ella corre hacia ellos se mete al agua gritando ¡sálganse!, ¡sálganse! ¡la creciente!, ¡sálganse!, la creciente va tras ella mientras empuja a cuanto niños podía para que se salieran. Cuando va tras el ultimo se da cuenta que un señor los esta recibiendo en la orilla y sacándolos rápido. En cuanto ella sale la creciente pasa en ese instante arrasando todo lo que ahí se encontraba.

Ella sale… respira… se suelta… y comentan lo sucedido. Voltean a ver a las familias y ninguna hizo lo más mínimo por saber si sus hijos estaban ya fuera cuando llego la creciente o si alguien los había sacado. Era como si estuvieran dormidos, ajenos a lo que sus hijos hacían o les sucedia.

Según mi parecer, aquí existe una heroína anónima. Pues nadie comento como logro evitar que murieran tantos chicos. Para todos, aquello paso de noche, quizá algún día los chicos platiquen y recuerden que una señora arriesgo su vida para evitar que ellos murieran cuando ellos eran chicos.

Un día, me decía la señora y su hermano, ¿Quién esta mál? Todos los demás que viven de noche o nosotros que nos metemos en todo, la vida hace y deshace y ni siquiera se enteran de lo que pasa en sus familias.

Si sus hijos no los hubiera sacado esa señora, habrían llorado una tragedia y renegado, pero como no pasó nada… no se dan cuenta de lo generosa que es la vida con ellos.

Querido lector los dejo con esa narración de un hecho real donde consta que la mayoría vivimos dormidos y culpamos al destino o a las autoridades por no tomar precauciones y decirnos que debemos hacer. Se nos olvida que la primer responsabilidad de lo que nos pasa a nosotros y nuestras familias recae en nosotros antes que en las autoridades.


Celia Ribera Gutiérrez
Obregón Sonora México
Junio 7 del 2009

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