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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

lunes, 29 de diciembre de 2008

EL FINAL DE UN REINADO


Un anciano se pasea de un lado a otro. Sabe, que cada minuto que pasa, su reinado se acaba, que en cada instante será una toma de vida acumulada, que tiene que ceder al nuevo monarca su trono. Su barba es cana, tan larga que al piso llega para sembrar lo vivido como semilla acumulada y no se pierda su experiencia. Solo le quedan dos días de vida.

De antemano él sabía cuanto tiempo viviría, desde que su padre le hablará muy quedo y con mucho amor acercando su voz al vientre que le pariría, para tratar de hacerse escuchas dándole su conocimiento acumulado, para que se apoyara en él. Pues él y su padre no podrían compartir un instante siquiera juntos. Al nacer él, su padre expiraría, nunca estarían juntos.

Recordaba como un sueño el momento en que sintió desde muy lejos el halo de comunicación de su padre, que en cada momento en que él se acercaba a la luz de un nuevo comienzo, también su padre se alejaba por igual. Recordaba, que le había dicho
-hijo nunca olvides lo ya vivido, te lo dejo impreso en las briznas del tiempo como un código genético que jamás se debe olvidar, para no repetir los errores y acrecentar los aciertos-. Ahora era su turno hacer el intento de comunicarse con su hijo que estaba por ser dado a luz, quedan escasos dos días para ello.

El anciano viste de seda pura, su rostro refleja sapiencia y respeto, trae en sus manos un reloj de arena, que no cesa de caer lentamente, para ir dejando vacío un lado de sí. Su trono ha sido confeccionado con madera pura finamente labrado y acrisolada con fuego para evitar sea destruido, ya que será el único lazo perenne entre toda la jerarquía que pase en ese trayecto, y pasara de un monarca a otro, para evitar un corte tajante entre ellos. Eso garantiza, que la sabiduría acumulada, para beneficio de sus súbditos no se pierda y continué su trayectoria con miras a siempre mejorar la vida de estos.

El anciano se acerca a su consorte el espacio y trata de euchar el eco de la vida de su hijo que late en el seno de donde saldra a la luz primera en el instante mismo en que su padre se retire. Escucha su pujanza, sus ancias de surgir, su halo de vida impresos para salir radiante, sabe que estan unidos por un eslabon como de cadena pero que cada uno ocupará un espacio especifico. Y que él no podrá intervenir mas en las decisiones de su hijo durante su reinado, y que lo que él deje impreso en esencia será la unica influencia que ejercera. Tiene que elegir muy bien lo que le comunicará, para que todo sea aprovechado al maximo, para sus subditos. Y lo inplantará en esa memoria con un soplo de viento, que incrustrará en cada celula de sus neuronas y que se harán presente en los momentos decisivos de la toma de decisiones como un murmullo, que surge desde lo más profundo. Así se asegurará, que la memoria de lo vivido no se apague y se aproveche la experiencia de lo ya vivido. El anciano toca el vientre y siente la vida que vendrá, acerca sus labios al ombligo de la gestante y sopla toda la vivencia adquida en su periodo de existencia.

El anciano se siente satisfecho de su trabajo y se prepara para su retirada a dormir en en el sepulcro del pasado, sabe que tiene que atender multiples situaciones hasta el último momento y no desfallecera. Cuando escuche el balbuceo del recien nacido el soplará el ultimo aliento a la memoria de su hijo y se retirará a lecho inerte.

Mientras realiza con escrúpulo impecable sus labores, el anciano hace remembranza de todo lo acontecido y sonríe. Recuerda cuando él mismo surgió a la vida y su padre soplo su aliento en su ser, para dejarlo como una marca del camino realizado, recuerda la algarabía de los humanos tirando cuetes al aire y brindando por su arribo a una nueva etapa de vivencias, recuerda las risas de los habitantes de su reino y las necesidades de otros más, recuerda como su padre se retira sin nostalgia alguna, satisfecho de su cometido. Recuerda cada día, cada alborada, cada semana, cada mes y cada estación. Tan hermoso cada paso, que no puede menos que acordarse de su infancia, de su adolescencia, de su madurez, de su ancianidad y sabiduría acumulada por su propio trayecto así cerrará sus ojos en el momento en que sople el último aliento en la memoria de su hijo y entregará en sus manos el reloj de arena que comenzará a llenar nuevamente el siguiente lado y dejando lentamente vació el periodo que le corresponde. Ese será el único contacto entre padre e hijo.

El hará lo mismo que hizo su padre, cuando llegue el momento y se recostará en su lecho perenne donde solo se le recordará para medir la estadía en este espacio-tiempo. Y lo acontecido durante su periodo.

Querido lector
Nunca olvidemos lo que nos enseña el paso por la vida y el tiempo que esta impreso en ello.



Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
Dic. 29 del 2008

18 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Celia...

Muy bonito relato, para escenificar la partida del año viejo y la llegada del nuevo.

Así son los ciclos de la vida, los viejos tendremos que morir y seguirán los jovenes, tras nuestras huellas para continuar con la misión en este mundo.

¡Feliz Año!

Un abrazo.

Unknown dijo...

A veces los años no terminan el 31 de diciembre (otra medida convencional del hombre, no del Universo)sino que abarcan eras donde todo se acaba y todo recomienza. En ese vacío cuántico entre latido y latido está la sabiduría, el amor profundo por todo lo que empieza.
Yo siempre tuve esa idea como mantra, amiga Celia: "ahora que todo ha terminado, comencemos".
Y en cada iuno de tus textos está susurrado ese secreto.
Un abrazo bien abrazo,
Gracias
REL

Anónimo dijo...

Querida Celia. entro por primera vez en este blog tuyo. Coincido con Roberto Esmoris Lara en la individual y mágica realimentación de los años.
¿Sabes?, me imagino a los años como atletas de una carrera de posta, que se van entregando uno al otro su su bagaje. Los años no pasan: quedan. Van variando los portadores de nuestra vida. Y cada uno de ellos va sumando, haciendo crecer, alimentando, hasta que nunca más.
Un abrazo y mis mejores deseos para cuando tu portador cambie de manos a tu presente y se renueve la energía y la esperanza.
Rodolfo

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Así es Rafael
Todo es ciclico, y lo nuevo desplaza a lo anterior para continuar con la trayectoria de la vida, que siempre apunta hacia adelante. Pero siempre apoyandonos en lo que nos deja lo anterior, en su experiencia acumulada

Un abrazo y gracias por tu siempre presencia que es muy gratificante

ILUSION dijo...

Hola Celia¡

Como siempre; hermoso relato que nos deja muchas enseñanzas...De corazón de deseo a ti y a los tuyos un FELIZ AÑO 2009 lleno de amor, paz y prosperidad...¡¡FELICIDADES¡¡¡

Besitos¡¡

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Totalmente de acuerdo mi querido amigo Roberto, es una medida convencional del hombre la que festejamos. El universo todo lo mide por eras; diástole, sístole donde el cosmos permite una cuña de tiempo que genera la sabiduría.

En lo poco que entiendo y conozco. Se dice que el año comienza cerca del 21 de marzo. También se dice que existen otras eras y la presesión equinoccial.

Entre esas eras, esta la que dura casi 2,000 años (ya que es un poco variable) que tiene la tendencia de marcar las culturas del momento, tiene que ver, con que la constelación, que la representa se encuentre tras el horizonte en el momento en que sale el astro rey a iluminar nuestro pedazo de planeta donde estamos parados. Es un compendio de 12 eras que sumando sus años en total nos arroja 25,000 años y no recuerdo cuantos más.

A su vez, existen otras dos eras más largas llamada kali yuga y el satya yuga, una representa una era de más de 12, 500 años y se denomina negativa y otra de la misma cantidad de años que se denomina positiva. En todo esto esta implícito la rotación del eje polar y la presesión equinoccial.

Me hiciste recordar, cuando se habla de la disciplina de la quietud (meditación) donde se dice que existe un instante, en que tu mente queda con un hueco entre pensamiento y pensamiento y surge la iluminación y la sabiduría (como una cuña entre el espacio del tiempo que permite hacer contacto con todo el tiempo en el mismo instante y su película de actos en la vida) Todo esto suena a locura. Digamos que estoy loca.

Un abrazo bien abrazo REL. Y un sobe argentino para vos.
Celia

PD. disculpa el largometraje

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Rodolfo Nasta
Sí deben ser como atletas de relevo donde el ya cansado le entrega la antorcha de la luz al más joven para continuar el trayecto con frescura de la sangre nueva. Cada uno se retira dejándonos la esencia de su sabiduría acumulada en el nuevo atleta.

Gracias por estar aquí en mis letras. Estaré también en las tuyas

Feliz cambio de atleta para tu vida
y que la luz de su antorcha sea cada vez más brillante.
Celia

Celia Rivera Gutierrez dijo...

ILUSION

Me es grato tenerte en mis relatos y cuentos, pero más grato es tenerte en mi corazón como amiga.
Gracias por tus deseos del año 2009te deseo lo mejor para tí en ese mismo año.

Abrazo con i mayor cariño de amiga
Celia

toñi dijo...

Querida Celia, la vida es así una cosa se termina y da paso a otra nueva.
En este año que termina y otro nuevo que comienza, te deseo lo mejor.
Feliz año nuevo.
Un beso

Martín Gvevara dijo...

A veces de joven, siento el peso inexistente del tiempo. Cada año se carga un peso más.

Abrazos.

lucia dijo...

¡¡¡FELIZ AÑO 2009!!!
Querida amiga Celia que se cumplan todos tus sueños..te quiero mucho
besoss
lucia

RosaMaría dijo...

Hermosamente expresado el paso de los años viejos a los nuevos. Así es el paso por nuestras vidas, solo que no tomamos conciencia de ellos, trasmitimos de igual forma con nuestros ejemplos y actitudes más que con lo que decimos, cosa que tendría que hacerse con mucho amor y cuidado. Esperemos que el año que nace traiga calma, que la violencia en todas sus formas desaparezca, que el afán de poder y tener se diluya dando paso al compartir y repartir. Mis mejores deseos para ti y para el mundo.

Pegasus 21 dijo...

El transmitir la sabiduría de una generación a la siguiente es la ilución de todos los hombres de todos los tiempos.
Tu relato es hermosisimo y lleno de fuerza la fuereza de la vida misma. los chinos veneran a los ancianos por su sabiduria no conocimiento sabiduria de vida por haber pasado por todas las etapas de la misma.
Gracias por tu comentario en mi blog me da gusto que te halla agradado.
Besos y abrazos por montones y muy Feliz año 2009 todo mi cariño es tuyo.

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Así es Toñi
siempre lo viejo da paso a lo nuevo
Que tengas un feliz fin de año y el comienzo otro con mejores oportunidades.
Un abrazo

Celia Rivera Gutierrez dijo...

MGT

tienes razón al decir el peso inexistente del tiempo, pues en realidad el tiempo es algo que no pesa y es tan pesado o tan ligero como queramos vivirlo.
Si lo vemos con cierta filosofía, cada año debería aligerar la carga, ya que cargaremos un año menos de los que nos toca vivir. Cada año que pasa tendremos en nuestra vida uno menos y tendremos la experiencia de uno más para vivir mejor.
Te invito a velo de esa manera

Un abrazo y mis mejores deseos

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Luci
Tambien te quiero mucho amiga y deseo que en el 2009 se cumplantodos tus deseos

Un abrazo fuerte y nun beso amiga

Celia Rivera Gutierrez dijo...

RosaMaría
Es un placer tenerte en mis letras, te agregaré a mis contactos. Visité las tuyas y son magnificas.
Esperemos, que en nuestro corazón nazca ese año que describes y lo vivamos con el ejemplo. En nuestras manos esta realizar poco a poco esos sueños de paz y respeto, empezando por nuestra propia persona. Si los que deseamos la paz y la armonía lo logramos aunque sea un poquito adentro de nosotros mismos, lo proyectaremos hacia fuera a los demás.
Esa violencia tendremos que combatirla con amor, para no generar más violencia (pensaras que no la he vivido, acabo de perder a dos seres queridos por secuestro y asesinato, pero aun así pienso que la violencia no se acaba con violencia sino con paz interior). El ciclo del año solo nos da la oportunidad de ver lo que hemos hecho y desear algo mejor para que comencemos a trabajarlo durante su periodo. En él, medimos los avances y estancamientos

Gracias por tu comentario que es muy sabio.

Un abrazo, deseando que la luz de la vida misma entre en tu corazón y en los de todos los seres humanos para generar algo bueno para todos.
Celia

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Pegasus 21
Tienes razón, la sabiduría se transmite de generación en generación, de labio a oído, es una tontería occidental despreciar lo vivido por nuestros ancianos aludiendo que ya están viejo y que no saben de los avance nuevos. Afortunadamente la vida es muy sabia, y auque despreciemos esa sabiduría, ella misma se encarga de anidarla en nuestros genes para transmitirla de esa manera a la siguiente generación mientras aprendemos a hacerlo concientemente.
Los niños desde el vientre reciben todo lo que sus progenitores hacen en su entorno. Y se graba en su ser para continuar su vida un paso más allá de la que tenia en los genes de su alma (experiencia acumulada).

Gracias por tus palabras. Y un abrazo con mis mejores deseos
Estaré leyendota.
Celia

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