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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

miércoles, 27 de mayo de 2009

EL SEÑOR QUE MANDABA CARTAS A LA VIGEN

Mundo (Raimundo) se llamaba este señor, era familiar por parte del esposo de mi querida madrina Nati, este señor había estado en el seminario, y se decía que estaba débil del cerebro, y no había aguantado el estudio, quedando un tanto buena gente. Este seño solía ir al rancho, se sentaba bajo el árbol en el que mis hermanas y yo gustábamos jugar, haciendo una muy buena casita en la que cabíamos dentro. El se sentaba a hacer canastos de tiras de carrizo, estos canastos eran grandes y pequeños, así como algunos que servían de pequeña cuna a los recién nacido (canastero, se le decía). Y siempre cargaba la Biblia con él, para leerla.

Cuando lo encontrábamos en ese lugar, no leía algo y nos explicaba a su manera la religión, luego mis padres procedían a invitarle a comer o cenar dependiendo de la hora.

A este peculiar personaje, le gustaba una tía soltera, que vivía en el pueblo, ¡grandota mi tía!, hija de mi tío Jesús el dueño del rancho en el que vivíamos.
Y decía, que estaba esperando, que le contestara la virgen para saber si debería ser casado e ir a pedir a mi tía Lupita, que de seguro su padre se la concedería. Mi padre le pregunto -¿Mundo como sabrás, que la virgen te dirá que si te cases?- y el contesto –Le mande una carta preguntándole y estoy esperando su respuesta- y le preguntan mis padres-¿A que dirección la enviaste?- -al cielo- contesto él.

Pasaba el tiempo y cada ves que le veían le preguntaban -¿ya te contesto la virgen?- y el decía aun no. Creo que no me debo de casar, porque si fuera a ser casado ya me habría contestado.
Bueno diríamos que la virgen fue responsable de su soltería.

martes, 19 de mayo de 2009

PROSA –DESTINO


Flores, nostalgias y amores idos,
goces familia y dolores confundidos,
todo… una amalgama unida con aparente sinsentido.
Es el juego del universo
Y aun no se sabe cual será su destino

Se entremezclan:
los jardines,
los aromas,
los sonidos,
los lugares,
las nostalgias
y los amores dolidos,
recuerdos de antaño
en el presente unidos
por hilos mágicos del destino,
caballeros que vienen al rescate
de los dolores de seres queridos,
que no sabe si es por ella o por los cariños quedados en forma personal de cada uno cuando fueron muy amigos.
¿Qué hago yo en este partiaguas? Se pregunta.
Cuando observa y vé notas de vida musical en todos lados.

Surge una bruma frente a su camino, llena de dolor y de angustia de quienes forman sus seres queridos, su rendimiento es casi nulo y solo se pone como soporte para que den el brinco y salten esa barda, que parece apresarles el destino. Si lo logran, no será de ella el merito… sino el de ellos… en su afán de la vida… que no les permite vencerse ante la adversidad que se levanta enfrente. Y ahí surge el caballero dando su mano y soporte a ellos. La vorágine del viento se introduce en sus huesos y se sumerge en una modorra nulificando casi su cuerpo.

En antaño… hubo noches de gala con música de estrellas y canto de ellas en voces de soprano… que iluminaban el entorno de quienes estaban ahí en la pequeña Cd. De Álamos... sus manos se buscaban y sus miradas se encontraban embelezadas con el canto… que hacia lucecitas en sus almas de enamorados. Hoy por hoy, están separados, con un mar en medio de emociones como olas encrespadas, que a cada orilla los ha dejado, sin la posibilidad de un barco que los una de las manos y amarre sus corazones como antaño. Le mira… como si fueran dos extraños. Y ella se pregunta ¿Qué hacemos aquí de nuevo recorriendo estos pasos?


Curioso ¿verdad? La desgracia ha hecho, que de nuevo escuchen juntos y a la vez separados ese canto de estrellas en los mismos lugares que en antaño han estado… llevando a los suyos a divertirse, para que olviden sus dolores entre las voces dulces de los cantos… Y ahí, la misma cantante con su voz de soprano añejada con el paso de los años, hace su aparición recordando lo de antaño.
Su alma se conforta por los suyos, que se sienten amparados, y al mismo tiempo recuerda los tiempos idos ya lejanos… que se unen en algo muy extraño.

Quisiera poder darles la seguridad de la vida y tomar alas de mariposa que le permita volar para ver nuevos paramos y encontrar un corazón que se le entregue abriéndole su pecho y sus brazos.

Y entonces si poder abrazar a los suyos con sus brazos multiplicados y su pecho lleno del calor de amor, para podérselos entregar calido. Pues así solo se siente en una vorágine… que le desubica, al tener que apoyarlos en quien de amarle ha dejado.


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
26 de enero del 2009

jueves, 7 de mayo de 2009

LA INTREPIDA Y LOS CABALLOS



Era intrépida y con una curiosidad asombrosa ante la vida, no permitía que se le atorara nada, nunca decía no puedo aunque la vida le pusiera trabas, solamente siempre lo intentaba, así sucedían una serie de peripecias, algunas un tanto cómicas, otras un poco dolorosas pero otras muy satisfactorias.

Nunca había montado caballo alguno, pero un día en que había una convención propuesta por los clérigos del lugar a orillas del río, se había conglomerado mucha gente de distintas entidades, algunas habían bajado de las rancherías apostadas en las partes altas de las montañas, otras de las rancherías más cercanas, otras mas de las poblaciones cercanas a parte de la propia que convocaba, miles de personas había ahí reunidas.

Era una algarabía de gente que se movía de un lado para otro, los del pueblo que convocaba habían solicitado a las personas que poseían automóvil que los pusieran a disposición de quienes no tenían y se les trasladará al lugar de los eventos. Los rancheros habían viajado a caballo para poder sorteas los caminos empinados que se les atravesaban al bajar, en realidad su medio de transporte era el caballo, cuando iban a las poblaciones solían llegar a un mesón (algo así como un motel de entonces donde cuidaban y alimentaban su cabalgadura y los hospedaban a ello).

Ella era muy activa y parte de la organización de los eventos, ya que a pesar de su temprana edad, era la delegada de catequesis en la zona rural y solía visitar a los rancheros para preparar catequistas. Si apenas era una moza adolescente, pero tenia tanta seguridad en lo que decía y transmitía, que se le había confiado ese trabajo. En esta ocasión ella se divertía con la música y la convivencia de personas que no conocía y que habían llegado ahí. Vio unos hermosos caballos que montaban unos mozos no muy mayores, casi de su edad, sintió el deseo de montar un animal de esos y sentir como se mecen al correr entre los camino, siempre le había atraído esos animales cuando los veía en forma libre y corrían de tal suerte que parecían no tocar el piso. No aguanto la tentación y se acerco a un mozo que traía un hermoso corcel. Y le dijo -¿me prestas tu caballo?- claro que si –contesto este-, luego se dirigió a un segundo más y le dijo -¿jugamos una carrera?- el chico le dijo sí-

La bendita carrera fue toda una odisea para ella, pues jamás se había subido a un caballo, y estos animales estaban acostumbrados a jugar carreras de verdad, así que no obedecían mando alguno de detenerse si otro caballo les llevaba ventaja, la consigna era ganar… al precio que fuera. Por supuesto que el otro caballo iba ganado y el de ella no le obedecía, sus crines se lucían con el viento en su galopar, sus ojos brillaban y su hocico resoplaba tratando de adelantar al contrincante, ella se sentía ligerita sobre su lomo y se daba cuenta que pararía cuando le diera la gana y que la podía lanzar por los aires.

El camino era bueno, ya que por ahí transitaban en auto los dueños de unas huertas frutales que se encontraban al fondo del camino siguiendo las márgenes del río. En ese camino existía en su lado izquierdo un abarrote donde los rancheros solían llegar a comprarse algo en su pasada por esos lares y los caballos estaban acostumbrados a llegar a ese lugar. El chico que iba delante de ella decidió llegar a esa tienda a comprarse un refresco al ver que su contrincante hacia esfuerzos por mantenerse en la cabalgadura y tomar el mando del animal que no le obedecía. El caballo de ella se dio cuenta ya tarde de la maniobra de su contrincante, y como la consigna era ganar, se giro y aunque la puerta de entrada quedaba un poco atrás, a él no le importó y se brinco un cerco de casi dos metros de alto para tratar de ganar al otro caballo. El otro se detuvo en la ventana de la tienda, el de ella aun llevaba mucho impulso y por poco brinca un chiquero de puercos que se tenia ahí construido de piedra, cuando se dio cuenta que la competencia había acabado al ver a su rival parado, pero él se freno de golpe y estaba parado de patas con las manos en el aire y con su cuerpo tan erigido que parecía una figura labrada en una exquisita escultura. Ella perdió los estribos y por poco sale lanzada por los aires sobre las piedras, pero una maniobra rápida la hizo que se prendiera de las crines del caballo y quedo ahí colgando del cuello del corcel sin lastimadura alguna.
Y se dijo así misma, ¿a quien se le ocurre jugar carreras sin conocer las mañas del animal?. Pero no se arrepentía de la experiencia de sentirse libre como el caballo mismo en esa carrera fantástica donde el viento conjugaba en un vaivén, tanto las crines del animal como sus cabellos y hacia sentir el alma tan libre como el aire mismo.



Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
Mayo 6 del 2009

miércoles, 6 de mayo de 2009

ENCUENTRO CON LA MUERTE

Armida tenía una suplencia en el Hospital, que se acababa de abrir hacia poco tiempo en la ciudad, lo auspiciaba el gobierno estatal para la población de escasos recursos.
Para Armida, era importante esa suplencia que le daría más horas de trabajo que le permitirían ganar un poco más para su familia.

Armida es una jovencita trabajadora, responsable y muy humana.
Era de madrugada hacia mucho frío, el sol aun no despuntaba en el horizonte. Adjunto al Hospital General existía un gran terreno vació con algunas ruinas de una construcción vieja al fondo. Tenía frío y ella iba absorta, pensando en su trabajo.

Bajó del autobús, camino por la banqueta un tanto distraida, cuando de pronto sintió un brazo que la apretaba contra un cuerpo de hombre y sintió la punta de una navaja en su costado. El hombre llevaba cubierto el rostro. Le dijo al oído –no grites o te ensarto y te mueres, ¿entendido?- Armida sintió como su cuerpo se convertía de pronto en algo casi sin movimiento y sin voluntad, su vos se ahogo en su garganta sin poder pronunciar palabra alguna, sus piernas se tornaron como de trapo que no le permitía tomar decisión alguna a voluntad, un escalofrió recorrió su columna vertebral. El hombre prácticamente la arrastraba pegadita a él para simular que eran pareja.

De pronto, Armida se vio ahí en esos muros roídos y destartalados; tirada, sin ropa, su cuerpo violentado con saña y desprecio, luego vio como la sonrisa sarcástica del sujeto le miraba y la desnudaba en su alma y su ser, era vejada en su totalidad. Vió, como después de saciar sus instintos salvajes y asestarle puñaladas para dejarla sin vida, se alejaba del lugar sin mucha prisa para no despertar sospechas. Observo luego, como alguien la había encontrado ahí tirada, desnuda y había dado parte a las autoridades, las que hicieron acto de presencia y la levantaban para llevarla a hacerle la autopsia, vio a su madre llorando a grito abierto tratando de retener su alma en el cuerpo. Vio a sus compañeros llorando preguntándose porque tenía que pasar esas cosas.

Todo esto lo vio en una fracción de segundos mientras era casi arrastrada a esas ruinas. Y se dijo así misma, si grito me matará, y si no grito también me matará y habré sufrido un infierno.

Su alma sintió que vomitaba toda esa escena y sacando fuerzas desde el rincón más apartado de su alma… lanzo un grito agudo… sabor a muerte y con un sonido escalofriante que era capaz de erizar los pelos a quien lo escuchara y helarle la sangre. Sintio algo caliente en su costado y se le doblaron las piernas ya no supo más de sí.

De pronto despertó entre sabanas blancas y rodeada de sus compañeros de trabajo. Tenía una herida en el costado donde el sujeto le había clavado el puñal antes de salir huyendo con rapidez y dejándola caer. Los guardias del hospital la habían escuchado y salieron rápidamente para auxiliarla.

Armida se dio cuenta que si no gritaba o hacia algo sufriría una agonía y que era preferible gritar y morir ahí mismo.

Cuando salieron los guardias a ayudarla solamente lograron ver un sujeto que se arrancaba lo que le cubría el rostro y lo arrojaba en alguna sitio y se perdía entre los transeúnte que comenzaban a transitar las calles, que poco a poco se llenaban de personas que iban a sus respectivos trabajos. Para los guardias era prioridad salvarle la vida a ella.

Ahora cuando lo cuenta tiembla pero se dice así misma que la vida le permitió poder hacerse oír. Y les dice a las personas, que es mejor defenderse y morir que sufrir antes de morir toda una vejación.. Y que quizá ni mueran ya que ella logro vivir.


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
Mayo 4 del 2009

sábado, 2 de mayo de 2009

ESTATUA DE MARFIL


Estaba sentada en una cafetería, absorta en sus pensamientos, cualquiera que la viera diría que parecía una hermosa estatua de marfil pulida exquisitamente y que la vida estaba congelada en el tiempo-espacio. El amor había dejado un hueco en su vida, cuando David se fue al viejo mundo en busca de encontrase con la aventura de la esencia misma de las grandes culturas. Tales como la legendaria cultura romana y su Coliseo romano, o el panteón romano que de alguna manera guardan en su interior la vibración misma de los hechos acontecidos en milenios atrás o bien la grandeza de la cultura griega con su mítico Paternon y sus islas misteriosas que recorriera Ulises en la famosa Odisea de Homero.

Graciela sentía, que debía haber viajado con David para no permitir esa distancia entre ellos, pero sus estudios de literatura en los cuales se especializaba no le habían permitido retirarse de sus aulas y sus maestros que le asesoraban para que lograra una cultura literaria y se lanzara a escribir sus historias con la soltura que a ella le caracterizaba y con el pulimento de grandes maestros que le permitirían desarrollarse con mayor fluidez.

Ahora estaba ahí recordando el amor que les había unido hasta momentos antes de su partida, recordaba como habían ido al cine a disfrutar una buena película para sentirse más cerquita en esa intimidad que les proporcionaba la sala de cine. Cuando se presentaron en la taquilla una señorita muy amable les atendió y les preguntó cual película deseaban ver, recomiéndenos una, la que este más disponible en estos momentos porque no disponemos de mucho tiempo ya que saldré de viaje –dijo David-

La señorita vio los horarios y les vendió un par de boletos, cuando ya estaba dentro y comenzó la película se dieron cuenta que tenía mucho contenido erótico que incitaba a la cercanía sexual. Se miraron a los ojos con cierta complicidad y decidieron retirarse ante del termino de la película para irse al departamento de David, la piel blanca y pulida de Graciela despedía sensualidad por todos sus poros, sus ojos despedían un amor intenso, sus manos temblaban esperando el contacto de David, no quería pensar en su próxima separación del viaje inminente de él. Así que se entregaron a un goce intenso de su sexualidad mutuamente compartida. Luego dijo ella muy quedo –David… es hora de irte, te acompañare al aeropuerto como si nada fuera a pasar para estar más tiempo junto a ti ¿Te parece?- él asintió con la cabeza mirándola fijamente a los ojos.

Ahí se había quedado ella como petrificada en la cafetería del aeropuerto de la Cd. De México. Pareciera que se había convertido en una exquisita estatua adorno del inmenso edificio que albergaba a tantos pasajeros.


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
Mayo 2 del 2009

Geni del blog: Pensamientos de mujer. cuyo link es http://diariodeunamujerdiferente.blogspot.com/
me ha dejado un reto para que escriba una historia que inplique en su contexto las siguientes palabras: VIDA,
AMOR,LITERATURA,SEXO,VIAJE Y CINE .

Geni espero estar a la altura de tu reto, veremos que te parece mi relato.

Un abrazo amiga

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