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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

viernes, 30 de octubre de 2009

ADORACION NOCTURNA

Cada semana solían ir en la noche a montar guardia en el templo de la población distintos grupos de personas, en una ocasión le correspondía a cierta ranchería en otra tocaba a otra y así sucesivamente. En el mismo pueblo formaban parte de esos grupos.
Así que cada mes, en la familia de alado; el padre, la madre y los hijos mayores se iban a la iglesia en la noche y regresaban en la madrugada dejando a sus pequeños dizque dormidos. Era muy importante para los adultos hacerle guardia al santísimo, que se exponía en el altar para que se hiciera oración toda la noche. Las criaturas son muy sensibles a la falta de la presencia de los padres y aunque estén profundamente dormidos sienten su protección y cuidado junto a ellos. Cuando los padres les dejan solos, sienten esa soledad y aunque estén profundamente dormidos se despiertan sintiendo que no están siendo protegidos, que sus padres no están montando guardia por su seguridad. Y se despiertan asustados y angustiados.

Así sucedía con los niños de esa familia. En cuanto los adultos salían y se iban, los chicos despertaban y lloraban toda la noche hasta que caían rendidos de cansancio de tanto llorar y se quedaban dormidos de nuevo, cuando los padres volvían los encontraban dormidos y se sentían felices pensando que sus hijos estaba bien y no había pasado nada. Recuerdo que se acercaban a la su puerta llorando queriendo abrirla y se encontraban encerrados con llave, nadie podía entrar a hacerles compañía o a consolarlos aunque escucharan su llanto. En algunas ocasiones mi madre se sentaba junto a su puerta y les hablaba diciéndoles que estaba ahí y que no estaban solos y que sus padres no tardarían, se controlaban un poco, y se quedaron dormir.

Un día mi madre les dijo lo que pasaba y no le creyeron, dijeron que sus hijos se quedaban dormidos y así los encontraban, hasta que un día los encontraron dormidos junto a la puerta hechos bolita porque sentían la calidez de mi madre que les hablaba confortándolos. Entonces se dieron cuenta lo que realmente pasaba.

Parece ser, según he observado, que los niños tienen un radar muy amplio de percepción aunque estén dormidos, y sienten el calor materno junto así, pues recuerdo, que cuando llegue a Sonora, una vecina mía tenia un niño de un año y cuando estaba cocinando y le faltaba algo salía a la tienda de la esquina a comprar lo que le faltaba y cuando su niño estaba durmiendo lo dejaba, pensando que regresaría en 5 o 10 minutos y su niño no se daría cuenta. Era tan falso eso de que no se daría cuenta, que en cuanto ella salía, su niño despertaba y salía llorando y llegaba a mi casa para preguntarme por su mamá, en ese momento yo sabia lo que estaba pasando y lo pasaba a mi casa y le decía que ella había ido a la tienda a comprar algo y que no tardaría. Así era, en unos cuantos minutos aparecía la madre buscándolo.

Entonces comprendí que existe un lazo tan poderoso entre madre e hijos y una percepción tan fina que a los niños les dice cuando son cuidados y protegidos y cuando no lo son aunque estén dormidos.

Querido lector. Espero que sientas esa suavidad de la niñez y la disfrutes, preguntándote si vale la pena aquello a lo que le das mucho valor y te pone en la posición de descuidar estas hermosas flores que la vida puso en tus manos y bajo tu resguardo para montar guardia por su seguridad.


Hasta la próxima

Celia rivera Gutiérrez
Cd Obregón Sonora
31 de Octubre del 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

EL GÜERO


Era un hombre misterioso que de pronto aparecía y desaparecía. Le decían el güero y se jactaba de que el gobierno no le podía hacer nada, dado que si quería desaparecía ante sus ojos y les ponía dificultades para que no caminaran rápido o fácilmente.

La verdad, que cuando me contaban esas historias me daba un poco de escalofrió porque presentía que de ser verdad, que eso se podía hacer, cualquiera entraría a mi habitación y vería todo lo que yo hiciera, hasta el desvestirme para cambiarme. Parecía cosas del diablo mismo, y se podía creer que así fuera ya que en esas épocas nos lo metían hasta en la sopa que comíamos.

Ahí sentados bajo la tenue luz de la luna se charlaba sobre todas esas peripecias del Güero que en la época de la revolución cristera había peleado por el lado de los cristeros.

Se decía, que poseía el secreto de los nahuales que tienen el privilegio de camuflarse en cualquier momento o de hacer aparecer cosas que no existían en esos sitios.
Se decía, que en cierta ocasión en que le iban pisando los talones los del gobierno de Calles, simplemente saco un espejo de su bolsillo y lo arrojo tras de si, y se convirtió en un hermoso lago difícil de atravesar sin canoas, y que los caballos mismos se negaban a entrar en el. Quizá los pobres brutos si veían la realidad que se había distorsionado para los soldados y se daban cuenta del engaño ahí expuesto, o quizás percibían algo anormal y diabólico frente a ellos, ¿Qué sería lo que presentían los pobres caballos? Nadie lo supo y nadie lo sabe a menos que tuvieran el privilegio de hablar su idioma.
El Güero los podía escuchar decir que sus amos estaban locos al querer que hicieran cosas irracionales y que no se pudieran realizar. Decía un caballo a otro -¿que locura esta? ¿Qué esta pasando que nos quieren obligar a pasar por estas laderas sin precaución alguna?-, no lo se decía el otro caballo y se paraba de patas levantando las delanteras para negarse a seguir por donde se les ordenaba.

El Güero simplemente se escondió tras unos matorrales a reírse de las caras de los soldados que trataban de cruzar tal lago. En otra ocasión en que ya le tenían casi detenido simplemente saco de su bolsillo un peine y lo arrojo tras de si, y los dientes del peine se convirtieron en un cerco muy cerrado que les era imposible franquear, a parte del miedo que se apoderaba de los rostros de los soldados al ver que el mundo se les cambiaba de repente. Sabían que ahí andaba algo raro. O era milagro de la divinidad para proteger a sus perseguidos o el mismísimo diablo estaba en su contra y a favor de los cristeros. Tuvieron que desistir de su persecución ya que ni los animales les obedecían. Esos misterios quedaron resguardados en la memoria de la gente de los ranchos donde el Güero solía visitarles y contar sus anécdotas.

Se decía con asombro de los rancheros, que un Nahual podía convertirse en líquido y pasar por debajo de una puerta y que el Güero así sorprendía a sus perseguidores.
O se podían convertir en una ráfaga de viento y pasar junto con los demás a las mismas instalaciones haciendo una labor de espionaje.

Desde entonces, por las dudas, todos tratan de escuchar el viento para reconocer cuando alguien esta camuflado en él. Y tratan de reconocer la humedad del agua para que nadie les engañe en ciertas situaciones de la vida, no vaya a ser que alguien este en ese líquido y que no sea agua sino algo distinto y maléfico.

Ya en una ocasión, en que ciertas damas se estaban bañando en un liadísimo lago, de repente sintieron unas manos que les tomaba por los chamorros y fluían entre la entrepierna perfilándose con cierto rumbo ascendente y con cierta dirección, y sintieron unos labios besando sus rosados cuerpos. La sorpresa fue cuando de repente se perfilo un rostro sonriendo dentro de esas aguas, ya que el acto de la pasión estaba rompiendo el hechizo e hizo salir a las damas del lago tan rápido como pudieron. Y al termino de su salida solamente quedo un mancebo ahí sentado que les miraba lánguidamente.


Amigo lector, la próxima vez que te encuentres algo extraño ten la seguridad de que un Nahual como el güero esta detrás de esto. Tata-tacha.
No vemos la próxima.

Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora
Octubre 18 del 2009

jueves, 8 de octubre de 2009

EL CHACAL

Era enjuto, de tronco corto y extremidades inferiores largas, voz ladina casi parecida a la de mujer y su cara lampiña, ningún asomo de barba o bigote . Se le veía la cintura bien arriba y algunos le decían chaquetas, por su aspecto extraño. Casi siempre usaba un overol de mezclilla y cuando le querían ver llorar le cantaban “LA PRIETA LINDA” Decían las malas lenguas que se había casado con una hermosa mujer morena y lo había abandonado por otro. Así, que se había quedado en perpetua soltería el resto de su vida.


Se le veía en la iglesia durante las misas con la canasta de recabar limosnas para esta. Por la mañana después de la misa de madrugada se iba a la cantina a tomarse una canelita caliente bien cargadita de tequila. Se decía que le robaba algo a la canasta de las limosnas para su tequilita. Cierto o falso, ¿Quién lo sabe?. Lo que si era cierto, que la herencia familiar la administraba su hermana mayor con mano de hierro y lo que le faltaba a él en la voz lo tenia ella y el bigote que a él le faltaba a ellal e salia. No le daba ni para gastar aunque él y su cuñado eran los que hacían producir las tierras de la familia.

Ya estaba viejo y enjuto su rostro, apenas se podía mover y seguía su rutina de las misas y la cantina. Cualquiera diría que era un santo varón inofensivo.


Un día enfermo de gravedad, le dio chorro y se puso amarillo, porque se decía que se le había derramado la bilis debido a que se le apareció el diablo en forma de fantasma lejano de sus años más jóvenes. En esta ocasión el diablo iba acompañado de la muerte y llevaba pistola que desenfundo al verlo. Casi se surra ahí mismo al ver semejantes personajes que le traían de regreso sus actos anteriores


Un día el chacal entró a la cantina muy tranquilo cuando de pronto un hombre a boca de jarro hace que le llegue una voz fuerte y decidida increpándolo y al mismo tiempo desenfundando una pistola que apuntaba directo a su persona. Era un hombre bien vestido y parecía extranjero, más bien chicano. Viéndole a la cara demudada y angustiada del chacal el hombre le increpo diciendo:

-¿Aun no te mueres chacal hijo de la chingada? Pues ahora se te acaba de aparecer el diablo y se te llegó tu hora… era lo último que esperaba ver en este pueblo, pero me toca a mí mandarte a los infiernos-


El chacal demudado se arrodillo pidiendo no le matara y preguntándole quien era y por que le quería matar.


El hombre con su cuerpo erigido y mirando con fuego en sus ojos que parecían dos ascuas a punto de lanzar fuego sobre el pobre diablo que se hacia cada vez más chiquito le dijo:


¿Recuerdas a la familia Anestroza?... Sí… aquella a la que un día por la noche llegaste junto con tus revolucionarios dizque cristeros y nos sacaron de la cama donde dormíamos, y nos desnudaron y nos ataron las manos y los pies para que no nos defendiéramos. Tu te reías y comandabas esas acciones de matar gente que no te agradaba tan solo por envidias o para quedarse con sus pertenencias, hacías creer que éramos delatores con el supremo gobierno, ¿Lo recuerdas? Yo soy Santiago, el hijo menor que vio, como con saña matabas a cada uno de mi familia, comenzando por mis padres y siguiendo con mis hermanos ¿Lo recuerdas? Yo me encomendé a la Virgen de Guadalupe y no se como logre escapar y que no me atraparas a pesar de que estaba atado de mis pies y mis manos y que me tenias desnudo. Creo que la virgen me hizo invisible a tus ojos. Pero hoy me pone frente a ti para cobrártelas todas juntas.


El desconocido apuntó directo al entrecejo del chacal y lo atravesó con su mirada que era como el filo refinado de un puñal que laceraba el alma fría del pobre infeliz. Un cúmulo de recuerdos paso frente a su memoria recordando cada acto que realizara escudándose en la fe de los revolucionarios cristeros que eran tan ciegos como él. Y que le permitía sacia impunemente sus instintos sanguinarios tras la imagen de un Dios que nunca pidió se matara en su nombre.


Lloró como el cobarde que fue siempre y suplicó por su mísera vida. Santiago vio la miseria que tenia delante suyo y supo que no merecía la pena llenarse las manos de sangre por semejante sabandija. Y con voz firme como de rayo le dijo. Vete y asegúrate que no te vuelva a ver porque de ser así ahí mismo te quiebro.


El chacal nunca más pudo salir a la calle, se enfermo y la vida le cobro cada acto que había hecho al ponerle a su cómplice de antaño “la muerte” frente a su propia cara.


NOTA

No se ponen nombres reales, solo el apodo de “él chacal” por si alguien le conoce o es pura coincidencia con quien conozcan



PD.- a Caballero en epoca equivoca su continuacion sera en los comentarios,

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