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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

martes, 4 de noviembre de 2008

La niña de los sueños de juguete.


Recuerdo que un día en que una madre estaba muy ocupada y tenia mucho trabajo por delante y poco dinero en el bolsillo. Llego su pequeña hija con la carita iluminada y un brillo especial en sus ojos. -¡mamá… mamá quiero que vengas a ver una muñeca que quiero comprar. No tengo dinero pero me la pueden apartar, me dijo la señora, ven por favor-. La madre midió su bolsillo y le dijo -mija no tengo dinero para comprártela y tampoco dispongo de tiempo para ir a ver la muñeca- la niña se quedo con sus manitas estrujando y con cierta desesperanza de lograr su objetivo de tan deseada muñeca.

Decisiones de la niña

La niña, aun así fue a la tienda y le dijo a la dueña, -mi mamá no tiene tiempo de venir ahorita para verla, pero yo quiero esa muñeca y hare una alcancía para pagársela, no la venda hasta que mi mamá venga a apartármela con lo que me esta pidiendo-. La señora se sonrío, le caía bien la niña y le dijo –esta bien dile a tu mamá que la esperare- el problema era que la madre sentía que era un gasto inútil, porque el dinero hacia falta en cosas más vitales. Esperaba que a la niña se le pasara la ilusión y se le olvidara el suceso. No fue así, todos los días decía -mamá ¿puedes venir por favor? La señora pensará que no la comprare y la puede vender, todos los días voy a verla y le digo que ya tengo ahorrado lo que papá me esta dando para gastar- la niña iba todos los días, dos o tres veces a verla y recordarle a la señora que no la fuera a vender.

La visita a la tienda de la muñeca

Un día la mamá fue a ver la muñeca con su hija, traía el corazón un tanto apretado pensando que tendría que desilusionar a su hija y no sabia como hacerlo. Llegaron a la tienda y la niña con los ojos brillantes le indica una linda muñeca. -¡mírala mamá! ¿Verdad que es linda y ya tengo varios pesos ahorrados. La mamá la vio con su carita suplicante y en espera de su ayuda. Y en ese momento entro una pareja para comprar un regalo a una niña por su cumpleaños, sus ojos se posaron justo sobre la muñeca que deseaba la niña. Y preguntaron su precio, la dueña de la tienda se los indico y dijeron -nos la llevamos-. Entonces la madre vio el rostro de angustia de su hija y sintió sus manitas apretarse en las suyas y dijo con voz firme y segura. Esa muñeca es de mi hija, de hecho vine a verla para saber el precio y venir a pagarla ¿no es así señora? –le dijo a la dueña- la dueña vio los ojos de la niña suplicantes y contesto con voz también firme –lo siento pero es verdad la niña la aparto y su madre viene por ella ¿desean otra cosa?-

Confianza en la madre

La madre salió de ahí convencida, que de seguro tendría que alargar las monedas en los demás cosas, pero que esa muñeca quedaría pagada en ese instante. No se podía dar el lujo de romper una ilusión en un corazón palpitante, que confiaba ciegamente en ella para lograrlo. Así, que fue y saco sus ahorros y pago la muñeca.

Querido lector, yo creo, que un corazón palpitante de una niña, bien vale la pena hacer un ayuno de ves en ves, para mantener las perlas preciosas de sus ojos brillando a la vida… limpios y felices.


¿No cree?


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
Noviembre 3 del 2008

10 comentarios:

aapayés dijo...

Los ojos brillantes son de alegría...
feliz la niña que obtuvo lo que deseaba...

saludos un abrazo

ILUSION dijo...

Hola Celia¡

Todas tenemos algo de la madre del relato, a veces no se tienen las maneras de satisfacer los deseos de los hijos, pero hacemos un esfuerzo y lo logramos, para mantener siempre brillando los ojitos limpios y puros de nuestros niños..

Un fuerte Abrazo¡¡

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Buen día Adolfo.
Así es. Es importante ver, que es más valioso en el corazón de un hijo,y no lo que los padres creemos que es. Quiza para ellos signifique más una ilucion de su edad que un lindo traje o una gran comida.

Saludos y un abeazo

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Ilusion, gracias por tu visita.
Es verdad que todas las madres tenemos un poco o un mucho de esa madre del relato. Una madre no puede ver sangrar un corazón de un hijo ni ver como se destruyen sus ilusiones. Así, que no se de donde sacamos las garras y defendemos lo que requieren ello.

Un fuerte abrazo para tí que de seguro eres madre y sabes de esto mucho más de lo que yo digo.
Celia

Unknown dijo...

Claro que lo creo, Celia...la vida comienza a tener sentido cuando se puede cumplir con la ilusión del "otro". En el caso de tu hermoso cuentito, "el otro" es tanto la niña como su mamá, y esa complicidad en el sueño viene a ser como un acto sublime que abona la esperanza y el amor, nada menos.

Te quiero mucho, amiga
Besos
REL

Celia Rivera Gutierrez dijo...

REL. Cuanta razón tienes al decir “cumplir la ilusión del otro” y que también el “otro” era la madre. Pues en ese momento ambas estaban enganchadas ya en un mismo objetivo, y la dueña de la tienda tenía el poder en sus manos, y supo ser generosa.
Los hijos siempre creen que su madre es invencible y se apoyan en ella ‘para sus sueños. Me gusta lo que dices del “…acto sublime que abona la esperanza y el amor…”

REL yo también te quiero y te quiero sano, así que no me gusta tu bendito cigarrillo en tu persona (disculpa mi intromisión, no lo haría si no te tuviera afecto).

Celia

mares dijo...

Hermoso relato Celia. Siempre digo que si Dios me concede al fin la gracia de un hijo, voy a tratar de ser una mama exigente, si, pero que a la vez vele por las cosas que realmente hagan feliz a mi niño/a.
Ahora recuerdo que tengo un mail que contestar y tambien algunas preguntas para hacer.
Un Te quiero grandote.

Celia Rivera Gutierrez dijo...

mares
Un te quiero para tí grande, estoy segura que si eres madre serás la mejor de todas. Pues eres capaz de cuidar como madre al hijo de tu pareja. Tienes sentimientos de madre para todos los que lo requieren.

Un abrazo con ese te quiero grande que me dejas y que es reciproco

Diosaoasis dijo...

Las niñas siempre aspiran tener una muñeca en su vida, ya sea de plástico, o de trapo. Es el juego ideal de toda niña además que encierra muchas cosas, el identificarse como madre de su muñeca, y que sin saberlo practica ser mamá.

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Asì es Diosaoasis.
toda mujer trae arraigado en su ser el papel de ser madre y trata de emular lo que la madre hace con ella y lo expresa a travez de juegos con muñecas. asi incrementa su ternira.
Geacias por ti valiosa aportación.
Un abeazo de mi parte para tí
Celia

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