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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

viernes, 27 de marzo de 2009

LA INVITACIO A UN VIAJE


Llego su esposo a ver como se encontraba y al entrar a la habitación ella le dijo
-Fíjate viejo, que estuvo aquí mi comadre Agapita y me dijo: comadre vengo por usted ya nos vamos-
Y yo le dije:
-Comadre aun no me confieso, no me puedo ir todavía-

Al viejo se le helo la sangre y ahogo un grito de angustia. Y tratando de hablar lo más sereno que podía le contesto:
-Vieja ¿se quiere confesar? ahorita le traigo un padrecito-

Y salio tan rápido como pudo del aposento de su señora, les pidió a sus hijas (que aun eran niñas) que por favor estuvieran al pendiente de su madre mientras el volvía.
A los 15 minutos regreso trayendo a un sacerdote en un taxi mientras en otro llegaba un médico a revisar a su señora.

El sacerdote la vio primero y le puso los santos oleos y la absolvió de sus pecados según la tradición católica y se fue en el taxi que había llegado.

Toco el turno al médico y la reviso atentamente, le indico tratamiento, ya que al parecer tenia Tifoidea y ostentaba alta temperatura. Le pidió al señor que buscara quien se hiciera cargo de los medicamentos cuando él no estuviera presente para que se Administraran oportunamente y en forma adecuada.

El viejo preguntó, quien de por ahí cerca inyectaba para encargarle los medicamentos de su mujer, le indicaron el nombre de una solterona, que solía hacerlo en ese barrio. El hombre le entrego la receta y le explico las dosis a aplicar y le dijo que ahí en la receta estaba indicado, que por favor estuviera al pendiente de que su señora recibiera los medicamentos cuando él estuviera fuera y que ella la inyectaría. Él le pagaría por sus servicios.

La señora comenzó a ser atendida y paso de un estado de temperatura alta a un enfriamiento muy agudo, que no era explicable la razón del porque.
Se volvió a llamar al médico y este pregunto como se estaba administrando el tratamiento. Resulto que la señorita que se había hecho cargo de ella no sabía leer y tomaba las ampolletas completas para aplicarla mientras que estas eran para varias veces. Y la bendita señorita no tuvo la delicadeza de decir que no entendía las indicaciones ahí escritas.

El pobre hombre no sabia que hacer, pues tenia que trabajar para atender a su familia, de lo contrario no tendría lo necesario ni para los medicamentos y a la vez tenia que cuidar de su señora para no correr el riesgo de quedar viudo con varios hijos pequeños.

La razón, por la que se había asustado tanto cuando su vieja le hablo de la invitación de su comadre, había sido que justamente… como media hora antes a él le acababan de comunicar la muerte de su comadre, que al parecer había pasado por ella para no irse sola y por si fuera poco su señora le decía que ahí estaba su papá que había ido a verla, mientras que este había muerto ya hacia varios años.

Como una semana después paso el padrecito y le dijo
-Mujer ¿no te has muerto aún?, yo me dije voy a ver como están esos huérfanos, me alegro que estés mejor-.

Al parecer las invitaciones a realizar dicho viaje son por personas muy queridas, afortunadamente puedes declinar la invitación y quedarte. Esta bendita señora sobrevivió a su viejo varios años y al parecer se resiste a irse aun, sigue ahí conociendo nietos y bisnietos y tataranietos, y si nos descuidamos conocerá pedazos de telpacate (los que ya no sabes como decirles en la escala de descendencia). Pues aun vive.

Querido lector

¿Que crees que debemos hacer cuando alguien nos invita a ese viaje sin retorno?
¿Valdrá la pena ser coparticipe con la vida y conocerla más?

Un saludo grande, que la paséis bien, espero te guste este pequeño relato



Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
26 de marzo del 2009

12 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

No pienso en eso cuando llegue ese momento se actua. solo ser y hacer lo que soy y hago ahora....
me gusto el relato
besos y amor
je

Anónimo dijo...

Felicidades por tu relato..Me encanta tu blog.Con cariño Vicky

KALISTA dijo...

EN ESO MOMENTOS DIFICILES HAY QUE ACOMPAñAR LO MAS POSIBLE!!...
MAGNIFICO RELATO... UN ABRAZO GRANDE Y BUEN FIN DE SEMANA!!

Francisco Javier dijo...

HOla Celia, una historia muy interesante, yo creo que hay que vivir, y que llegue cuando dios quiera. El viaje nos llegará a cada uno en su hora justa. Besitos de cariño.

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Así es mi querida amiga sedemiuqse.

Cuando tengamos que emprender el camino, lo caminaremos porque será el momento adecuado para ello. por lo pronto solo se tiene que ser y servir a la vida. Eres muy sabia amiga

besos y amor para tí

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Vicky

Es grato saber que te gusto mi blog y mi relato, e4spero sigamos en contacto, pasare a ver tus letras que me diran más de tí, de lo que llevas dentro.

Cariños para tí también

Celia

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Kalista hacia rato que no te veía, gracias por venir a recordarme tu amistad.

Espero que también tengas un excelente fin de semana

Un abrazo muy grande para tí.

Celia

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Francisco Javier
Tienes razón lo más importante es vivir el momento con alegría y savorearlo, ya que es lo único que existe y cuando tengamos que marchar lo aremos.

Un gran saludo y un abrazo

Celia

toñi dijo...

La verdad Celia es me no me gustaria para nada recibir esa invitación jajaja.

El relato me ha gustado mucho, sobre todo el final

Un beso

Unknown dijo...

Como dice el refrán "nadie muere en las vísperas", de modo que sería en vano aceptar o rechazar la invitación. Bueno, si fuera el momento exacto de partir desearía que me tendieran su mano los seres queridos que no está en esta vida.
Tu relato me parece encantador, Celia, tienes un talento enorme para narrar, siempre imagino que hermoso debe ser escucharte al lado de un fuego una noche de otoño.
Besos bien besos, amiga querida, de tu "gomía" el REL

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Te entiendo Toñi
y sí, lo más hermoso es ver surgir la generacion de tu familia y disfrutarla.

Y esa invitacion algun día la resibiremos y ojala sean los seres que amamos los que vengan por nosotros.

Un abrazo y bien venida

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Mi GOMIA querido
En eso tienes razón nadie se va antes ni después del día y hora señalados.

Y en cuanto a que nos den su manos los que amamos y se fueron primero. Muchas personas antes de morir o que han estado al borde de la misma refieren que vienen y platican con ellos. Quizás así sea y te reciba tu viejo cuando te llegue tu momento.

En cuanto a los relatos junto al fuego, ¿sabes? mi padre tenia esa costumbre de contarnos cuentos bajo un hermoso árbol que estaba en medio del patio y con las estrellas como techo, y si se podía con una fogata de del rastrojo (planta del maíz que ya se había cosechado). Creo que ahí aprendí a hacerlo.
Después yo les leía cuentos y anécdotas a mis hermanos antes de dormir.

Un abrazo bien abrazo GOMIA
de Celia -Sonora

PD a mi también me gustaría contarte algun relato junto al fuego y a la vez escucharte una poesia o tango que me contarás.

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